Rescatando la tradición llanera
El trabajo en conjunto con universidades y colegios de la región fue fundamental para el rescate de esta tradición llanera. Dentro de las instituciones vinculadas, encontramos un caso particular, este fue el colegio de trinidad, ya que para nuestra sorpresa, contaban con sus propias abejas en tronco, logrando tener un mayor acercamiento a esta práctica y sin contar con los distintos campamentos que se realizaron con el fin de fortalecerlos, demostrando también el compromiso de las nuevas generaciones por mantener su cultura.
Desde la perspectiva como pasante, fue algo increíble, ya que este era un mundo nuevo y desconocido, no solo nos compartieron información de cómo se realizaba esta práctica ancestral, si no que mostraron una visión mejorada de esta, donde se puede adquirir productos como la miel, pero también contribuir a la conservación de los ecosistemas, además, enamorandonos de esto, inspirandonos e invitándonos a seguir compartiéndola, cosa que me he encargado de hacer de manera muy orgullosa en cada presentación del proyecto o conversación con amigos y familiares.
Aunque en mi caso personal desearía tener abejas para cuidarlas y contribuir de esta manera al ecosistema, soy consciente de que no puedo hacerlo, ya que el punto de esta iniciativa es no tomar abejas silvestres, para no ser causante de más destrucción, por lo cual mi contribución se ve reflejada al transmitir el conocimiento aprendido, para precisamente generar conciencia e instruir a quien lo necesite, con esto también quiero invitarlos a reflexionar y tener en cuenta que siempre podemos ayudar a generar cambios de diversas formas y maneras.
Angie Natalia Dueñes Castro (practicante, voluntaria y tesista de La Miel de la Biodiversidad)